Se cumplen 21 años de la tragedia del río Blanco en Jimaní. El 24 de mayo de 2004, el desbordamiento del río Blanco, conocido también como río Soliette, arrasó el barrio Las 40 en Jimaní, provincia Independencia, dejando un saldo trágico de al menos 394 muertos y 278 desaparecidos.
La riada sorprendió a la comunidad durante la madrugada, destruyendo viviendas y dejando a muchas personas atrapadas entre escombros y lodo.
A 21 años de este suceso, los sobrevivientes y familiares de las víctimas recuerdan con dolor aquella madrugada fatídica. Osmar Trinidad Novas, quien perdió a su madre en la tragedia, relata cómo las aguas del río arrastraron su hogar y cómo logró salvarse aferrándose a un árbol. A pesar del tiempo transcurrido, el temor persiste, ya que la zona donde ocurrió el desastre sigue siendo habitada, a pesar de las advertencias sobre su alto riesgo.
En conmemoración de la tragedia, se realizan actos religiosos y ceremonias en el monumento "24 de mayo", erigido en el lugar donde se encontraba el barrio Las 40. Familiares y amigos de las víctimas participan en misas, ofrendas florales y momentos de reflexión para honrar la memoria de los fallecidos y expresar su agradecimiento por la solidaridad recibida en su momento.
La tragedia del río Blanco sigue siendo un recordatorio de la vulnerabilidad de las comunidades frente a fenómenos naturales y de la importancia de la planificación urbana y la prevención de riesgos.