El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, ha implementado una estrategia notable en su administración caracterizada por la incorporación de figuras externas al Partido Revolucionario Moderno (PRM) en posiciones clave del gobierno. Desde su triunfo electoral en 2020, Abinader ha buscado un enfoque pluralista, que mezcla la experiencia técnica y la política, generando tanto elogios como críticas dentro y fuera de su partido.
Nombramientos de figuras ajenas al PRM
Desde el inicio de su mandato, Abinader ha destinado cargos a individuos provenientes del sector empresarial, la sociedad civil y otros partidos políticos, incluyendo posiciones en su primer gabinete que se configuró el 16 de agosto de 2020. En ese momento, seis de los 23 ministerios fueron ocupados por personas ajenas a su partido. La reciente designación de Magín Díaz como ministro de Hacienda ha mantenido esta tendencia, dejando a cinco ministros de origen externo en el gabinete.
Reacciones y críticas internas
A pesar de la estrategia adoptada, la decisión de Abinader de considerar figuras externas ha suscitado descontento entre algunos miembros del PRM. Roberto Fulcar, exministro de Educación, ha expresado su descontento, solicitando revertir las decisiones que afectan a los miembros de su partido. El nombramiento de Ángel Hernández como nuevo ministro de Educación en lugar de Fulcar ha evidenciado las tensiones internas que arrastra el gobierno.
Un enfoque técnico en la administración
Consciente de la diversidad de talentos disponibles, Abinader ha optado por priorizar líderes con un perfil técnico y expertise en áreas específicas. Entre esos líderes destacan Pavel Isa Contreras en el Ministerio de Economía, Paíno Henríquez en Medio Ambiente y Roberto Álvarez en Relaciones Exteriores, todos ellos reconocidos por sus trayectorias en sus respectivos campos. Este enfoque apunta a fortalecer las capacidades del gobierno ante los retos actuales.
Perspectivas políticas
Los análisis sobre esta transición reflejan opiniones diversas. El politólogo David La Hoz ha argumentado que el estilo de gobernar refleja una búsqueda de talento más allá de las filas del PRM, evidenciando una falta de experiencia y capacidad interna para gestionar el Estado. En contraste, Ruddy Correa ha defendido la inclusión de buenos técnicos, sin importar su afiliación política, como un paso positivo para la gestión gubernamental.
La administración de Abinader sigue bajo la lupa, y aunque su estrategia de diversificación ha encontrado obstáculos, también ofrece oportunidades para una gobernanza más inclusiva. El futuro del gabinete dependerá de cómo se equilibre esta pluralidad con la necesidad de cohesión interna del partido en el poder.