Ceremonial del cónclave; Tras la muerte del papa Francisco, la Iglesia Católica inicia el proceso del cónclave para elegir a su sucesor, siguiendo un riguroso ceremonial que combina tradición y solemnidad.
Aislamiento de los cardenales
La tarde anterior al inicio del cónclave, los 133 cardenales electores se trasladan a la Casa de Santa Marta, donde cenan juntos y quedan completamente incomunicados del mundo exterior.
Misa “Pro eligendo Papa"
La mañana siguiente, el decano del Colegio Cardenalicio celebra la misa “Pro eligendo Papa” en la basílica de San Pedro, abierta a todos los fieles.
Procesión a la Capilla Sixtina
Por la tarde, los cardenales se dirigen en procesión a la Capilla Sixtina, entonando el “Veni Creator” para invocar la guía del Espíritu Santo.
Inicio del cónclave
Dentro de la Capilla Sixtina, tras el juramento de secreto, se pronuncia el “Extra omnes” (“todos fuera)c, marcando el inicio oficial del cónclave.
Ritmo diario
Cada día, los cardenales celebran laudes a las 9:00 a.m., seguidos de dos votaciones matutinas. Por la tarde, realizan dos votaciones adicionales y rezan las vísperas.
Sistema de votación
En cada votación, los cardenales escriben el nombre de su elegido en una papeleta, que depositan en una urna. Se requieren al menos 88 votos (dos tercios) para elegir al nuevo papa.
Fumata y campanas
Tras cada ronda de votación, las papeletas se queman. El humo negro indica que no hay elección; el blanco, que se ha elegido un nuevo pontífice. En este último caso, suenan las campanas de San Pedro.
Sala de las lágrimas
El nuevo papa se retira a la "sala de las lágrimas", donde se viste con las vestiduras papales y se prepara para su primera aparición pública.