Desafíos del Fiscal Anticorrupción en República Dominicana
En una reciente declaración, Wilson Camacho, director de Persecución del Ministerio Público de la República Dominicana, destacó las singularidades y retos que enfrenta la fiscalía al abordar casos de corrupción en el país. Camacho remarcó que a diferencia de otras naciones, en República Dominicana el fiscal anticorrupción adopta múltiples roles debido a la falta de una estructura policial especializada en el crimen organizado.
En países como España, Italia y Francia, existen cuerpos policiales dedicados exclusivamente a investigar el crimen organizado, lo que permite una división clara de funciones. Sin embargo, en la República Dominicana, el fiscal no solo actúa como litigante, sino que también debe asumir tareas de investigación, análisis financiero y gestión policial, lo que complica significativamente su labor, especialmente en investigaciones complejas.
Camacho mencionó que aunque existen iniciativas recientes como la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) que combate el tráfico de sustancias, y algunos espacios iniciales en la policía para la criminalidad organizada, estos esfuerzos aún son insuficientes y recientes. Esto ha dejado una carga pesada sobre el Ministerio Público, que debe lidiar con una serie de casos de corrupción que han cobrado notoriedad, desde el escándalo de Tucano hasta los vínculos de Odebrecht.
El director de Persecución también señaló la "inseguridad jurídica" que se deriva de la escasa tradición en investigar casos de corrupción de gran magnitud en el país. Esta situación ha hecho que el establecimiento de procedimientos efectivos sea un reto constante, ya que la falta de experiencia limita la capacidad de las instituciones para actuar de manera adecuada.
A pesar del desafío constante que enfrentan, Camacho expresó que la lucha contra la corrupción es vital y que el Ministerio Público debe trabajar arduamente para recuperar la confianza del público, reafirmando su compromiso en esta persecución. Aunque no se presentaron cifras específicas sobre el costo de estas investigaciones, Camacho esbozó que la inversión es considerable y sugiere la necesidad de un apoyo mayor en este ámbito.
En conclusión, los retos del fiscal anticorrupción en la República Dominicana son variados y complejos, reflejando una estructura institucional que, aunque está comenzando a moverse en la dirección correcta, aún enfrenta numerosas limitaciones.