Desaparición de Ana Iris Román cumple un año y familiares siguen sin respuestas, tras salir de su hogar en Herrera el 4 de julio de 2024. Pese a rastreos, afiches, manifestaciones y el uso de unidades caninas, la fiscalía a cargo se declaró incompetente y no ha aportado avances.
Su hija Evelyn fundó Asodafade y exige un cambio de fiscal para reactivar el caso, pues temen que quede archivado sin explicaciones. El teléfono de Ana Iris fue apagado cerca de Los Almendros (Monte Plata) y la búsqueda con perros terminó por fallas logísticas.
La familia reclama que la expareja de Ana Iris persona de interés aún no ha sido interrogada, pese a tener registro de la última llamada. Evelyn alerta que esa paralización refleja la realidad de muchas desapariciones en RD: “una tortura silenciosa” sin intervención estatal efectiva.