Las políticas arancelaria implementadas por la administración de Donald Trump han generado un impacto negativo en el turismo internacional hacia Estados Unidos. En marzo de 2025, las llegadas de turistas extranjeros disminuyeron un 11,6% en comparación con el mismo mes del año anterior, según datos recientes.
Esta reducción se atribuye no solo a los aranceles, sino también a un clima de incertidumbre generado por las políticas migratorias y declaraciones del gobierno estadounidense. Operadores turísticos de Asia y Europa han reportado cancelaciones y una notable disminución en las reservas hacia Estados Unidos.
El sector hotelero estadounidense podría enfrentar pérdidas de hasta 18.000 millones de dólares en ingresos durante 2025 debido a esta caída en la demanda turística.
Además, las tensiones diplomáticas han afectado significativamente al mercado canadiense, con una disminución del 40% en las reservas aéreas desde Canadá hacia Estados Unidos.
Esta situación impacta directamente en estados fronterizos como Nueva York, Míchigan y Washington, donde las economías locales dependen en gran medida del turismo transfronterizo.
En Europa, se ha observado una disminución del 15% en los viajes de ciudadanos españoles a Estados Unidos, atribuida a la guerra arancelaria y las políticas migratorias del presidente Trump. A pesar de una paridad favorable entre el euro y el dólar, estas tensiones han generado un efecto negativo en la demanda.