La inmigración en España es un motor esencial para la economía, ya que los migrantes son considerados esenciales para la economía nacional, cubriendo puestos en sectores que enfrentan una notable escasez de mano de obra.
Estos sectores clave incluyen la agricultura, construcción y hostelería. También son fundamentales en áreas como la sanidad y las tecnologías de la información, donde la demanda de personal es alta.
El crecimiento poblacional del país está impulsado por la migración. En abril de 2025, España alcanzó un récord de 49.15 millones de habitantes, un aumento atribuido principalmente a la llegada de extranjeros.
Actualmente, más de 6.94 millones de residentes en España son foráneos. Esta cifra representa aproximadamente el 14% de la población total, con más de 95,000 personas llegando solo en el primer trimestre del año.
A pesar del beneficio económico, persisten desafíos importantes. Las llegadas por mar, especialmente a las Islas Canarias, continúan siendo una ruta crítica y de alta precariedad para los migrantes.
Hasta abril de 2025, se registraron 13,000 llegadas por esta vía. Además, en las islas hay más de 1,000 menores no acompañados que esperan ser redistribuidos a otros centros de acogida.