Se está hablando mucho de los medicamentos biosimilares en República Dominicana, y con toda la razón. Podrían ser esa bocanada de aire fresco que tanto necesita el Programa de Medicamentos de Alto Costo para seguir ayudando a miles de pacientes.
Para que lo entendamos todos, un biosimilar es una versión casi idéntica de un medicamento biológico original cuya patente ya expiró. Piensa en ellos como un genérico, pero para los fármacos más complejos y avanzados que existen hoy en día.
Lo más importante es que ofrecen la misma calidad, seguridad y eficacia que el tratamiento original de marca. La gran ventaja, y el motivo de tanto revuelo, es que su costo es significativamente más bajo, lo que representa un ahorro enorme.
Imagínate el impacto para el Programa de Alto Costo, que apoya a personas con enfermedades como cáncer o artritis reumatoide. Utilizar biosimilares permitiría tratar a muchos más pacientes con el mismo presupuesto que se maneja actualmente.
Esta no es una idea improvisada; de hecho, cuenta con el respaldo de voces autorizadas como la del Dr. Pimentel, presidente de la Sociedad de Reumatología. Él confirma que son una opción segura y muy beneficiosa para el sistema de salud dominicano.
Además, esto no es algo nuevo en el mundo. En Europa y Estados Unidos llevan años utilizando los biosimilares con resultados excelentes. La conversación ahora es cómo y cuándo República Dominicana aprovechará al máximo esta gran oportunidad.
