Un profundo miedo en la comunidad migrante en EE.UU se está extendiendo por todo Estados Unidos. La imagen de agentes enmascarados en los pasillos de los edificios se ha convertido en la peor pesadilla para miles de familias.
Estas redadas, muchas veces sorpresivas y en plena madrugada, están generando un clima de terror constante. La gente vive con la angustia de no saber si el próximo golpe en la puerta será el de los agentes de inmigración.
El reportaje narra historias de personas que ya no se atreven ni a salir a la calle por temor a ser detenidos. Han dejado de ir a la iglesia, a las tiendas o incluso a llevar a sus hijos al parque por el pánico a ser deportados.
Esta situación no solo afecta a quienes no tienen papeles, sino a familias enteras. Los niños, muchos de ellos ciudadanos estadounidenses, viven con la angustia de que sus padres puedan serles arrebatados en cualquier momento.
Organizaciones de derechos humanos denuncian que estas tácticas agresivas están desintegrando comunidades. Se está creando una generación de niños traumatizados y familias rotas por una política migratoria cada vez más dura.
El sueño americano se ha transformado para muchos en una pesadilla de incertidumbre y miedo. Viven escondidos en las sombras, esperando que la situación cambie mientras intentan sobrevivir un día más.
