En Santo Domingo, los parqueadores informales, conocidos popularmente como “parqueadores sin ley”, continúan operando en las calles, cobrando una especie de “peaje urbano” a conductores que buscan estacionar sus vehículos.
A pesar de numerosas quejas de la ciudadanía y promesas de las autoridades para poner orden, este sistema carece de regulación efectiva, permitiendo que estos trabajadores persistan en las vías públicas y a menudo incurran en prácticas intimidatorias o abusivas.
La situación se ha convertido en una problemática cotidiana en el centro de la ciudad y en zonas de alta concurrencia, como hospitales, plazas comerciales y oficinas públicas. Los parqueadores ilegales demandan pagos que no están estipulados oficialmente y, en algunos casos, amenazan con dañar los vehículos si no se les entrega el dinero solicitado.
Este fenómeno ha sido denunciado como un “peaje urbano” y representa un obstáculo para el ordenamiento del tránsito y la seguridad ciudadana.
Las autoridades han anunciado iniciativas para regularizar o reubicar a estos parqueadores, pero hasta el momento no se han visto soluciones concretas.
Expertos en movilidad y representantes de la sociedad civil urgen una pronta intervención para establecer un sistema de parqueo regulado que garantice seguridad tanto para los conductores como para quienes prest