Subsidios a combustibles y vehículos eléctricos en la República Dominicana
En los últimos cuatro años, el Gobierno dominicano ha experimentado un aumento significativo en el gasto destinado a subsidiar combustibles fósiles, con un total de más de RD$85,000 millones desembolsados desde 2021. Esta estrategia ha sido justificadamente implementada para proteger la economía de las familias ante los incrementos en el precio internacional del petróleo, considerando que la República Dominicana depende completamente de las importaciones para satisfacer las necesidades de movilidad de su población.
Cada vez que el precio del petróleo internacional se eleva, el Estado asume el costo adicional para evitar que este incremento impacte en el consumidor final. Desde 2021, esta política ha sido constante y ha evolucionado con el tiempo. En contraste, el sector de los vehículos eléctricos ha estado bajo un estímulo mucho menor: la Ley 103-13, que proporciona una desgravación del 50% en los impuestos de importación y la primera placa para vehículos eléctricos e híbridos que se enchufan.
Los beneficios fiscales otorgados por la ley a favor de la electromovilidad no implican un gasto directo; más bien, representan ingresos que el Estado deja de percibir. Entre 2021 y 2024, se estima que las exenciones fiscales para los vehículos eléctricos han sumado alrededor de RD$3,600 millones.
Un análisis de los números: RD$85,000 millones contra RD$3,600 millones
Para poner en perspectiva estos números, en 2021 el Gobierno asignó cerca de RD$15,360 millones a subsidios, incluyendo RD$2,400 millones destinados a saldar deudas con importadores. En 2022, tras la invasión rusa a Ucrania, el gasto se elevó considerablemente, alcanzando los RD$31,000 millones apenas en octubre. La política de mantener congelados los precios internos de la gasolina, gasoil y GLP se ha sostenido entre 2023 y 2024, acumulando un total estimado de RD$78,000 millones hasta ahora, con un gasto superior a los RD$7,000 millones solo en lo que va de 2025.
Por otro lado, el avance hacia la electromovilidad ha sido lento. Desde la Ley 103-13, se han importado más de 10,600 vehículos eléctricos bajo este régimen preferencial, concentrándose la mayoría de estas importaciones en los últimos cuatro años. Según el Presupuesto General del Estado 2024, el costo tributario estimado por la exención de la primera placa para vehículos eléctricos fue de apenas RD$315.5 millones, lo que representa solo el 0.3% del total destinado a subsidios.
Un debate necesario sobre el futuro energético
Manuel González Abud, miembro de la Asociación Dominicana de Movilidad Eléctrica (Asomoedo), explica que los gastos en subsidios a los combustibles son incomparablemente más altos que lo que se deja de percibir por fomentar la electromovilidad. González Abud llama a reconsiderar la política del gobierno, sugiriendo que sería más beneficioso redirigir parte de los recursos utilizados para mantener bajos los costes de los combustibles hacia subsidios directos para la movilidad eléctrica, lo que ayudaría a reducir la huella de carbono y fortalecer la independencia energética del país.
Este contraste entre la magnitud de los subsidios a combustibles fósiles y los limitados incentivos a vehículos eléctricos no solo es impacto fiscal, sino también un cuestionamiento sobre la dirección estratégica hacia un futuro más sostenible en materia de movilidad, planteando la necesidad de un cambio en las prioridades del gasto público.