Tenemos noticias sobre la tormenta Erin: el sistema ya se está alejando de la República Dominicana. Esto significa que la amenaza de lluvias fuertes y aguaceros asociados ha disminuido considerablemente en todo el país.
Sin embargo, no podemos bajar la guardia por completo, ya que Erin nos ha dejado un regalito. Sus efectos indirectos están provocando un oleaje muy peligroso, sobre todo en la costa atlántica del país.
La Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) ha sido muy clara en su advertencia. Se pronostican olas anormales que podrían alcanzar alturas significativas, lo que representa un gran riesgo para las embarcaciones.
Por esta razón, se ha recomendado a los operadores de botes frágiles y pequeños que permanezcan en puerto. Navegar en estas condiciones es extremadamente peligroso, así que lo mejor es no arriesgarse hasta que el mar vuelva a la normalidad.
Mientras tanto, en tierra, el panorama es mucho más tranquilo. Se espera un clima más estable en las próximas horas, con menos lluvias y más periodos de sol en gran parte del territorio nacional.
Así que, aunque la tormenta Erin ya no es una amenaza directa de lluvia para nosotros, su influencia en el mar todavía se siente. La principal recomendación ahora es tener mucha precaución en toda la costa norte del país.
