Tragedia familiar en el Jet Set. El pasado 8 de abril, una tragedia sacudió a la República Dominicana cuando la familia Tejeda Castaños, conformada por Laura Elisa Castaños Melo (45 años), Christian Alejandro Tejeda Pichardo (49 años) y su hija Gabriela Camile Tejeda Castaños (20 años), perdió la vida en un incidente en el conocido centro nocturno Jet Set. Este doloroso hecho ha dejado un vacío en el corazón de su hijo menor, Christian, de 16 años, quien ahora enfrenta la vida sin el amor y la protección de sus padres y su hermana.
El legado de amor y unión familiar
Laura, conocida por su espíritu positivo y su incansable dedicación, era gerente en una compañía de seguros y se destacó por su amor a la repostería, realizando postres para su comunidad. Su esposo, Christian Tejeda, había sido un ingeniero civil que dejó una marca en la infraestructura de la ciudad, contribuyendo a significativos proyectos como la remodelación del Malecón de Santo Domingo.
Gabriela, la mayor de los hijos, estudiaba Negocios Internacionales mientras soñaba con una carrera en diplomacia. Asimismo, era apasionada por el voleibol y el arte, dejando un legado de creatividad y dedicación. La familia disfrutaba de los momentos juntos, viajando y compartiendo con seres queridos, y ya tenían planes de un viaje a España, donde Gabriela realizaría una pasantía.
El dolor de la pérdida y la esperanza en medio del luto
El dolor de la pérdida se siente intensamente en el hogar de los abuelos de los niños, Tulio Salvador Castaños y Elvira Melo, quienes ahora asumen la responsabilidad de cuidar a su nieto. En conversaciones con la prensa, expresaron su compromiso de brindar amor y estabilidad a Christian, un joven que ha enfrentado la muerte de su familia con notable serenidad. “Estamos en un proceso de duelo, pero tenemos la responsabilidad de asegurarnos de que Christian crezca con la misma educación y amor que le dieron sus padres”, afirmó Salvador.
A pesar del profundo dolor, los abuelos han encontrado en la memoria de Laura, Christian y Gabriela una inspiración para seguir adelante. Ambos comparten recuerdos entrañables que reflejan la calidez y el amor de la familia, que fue un pilar en sus vidas.
Un futuro incierto pero lleno de amor
La familia Tejeda Castaños no solo fue un ejemplo de unidad y amor, sino que también un recordatorio de lo efímera que puede ser la vida. La tragedia del Jet Set ha dejado heridas profundas, pero también una lección de resiliencia y esperanza para aquellos que todavía están aquí y que tienen la misión de honrar la memoria de quienes se han ido.