La relación entre Venezuela y Estados Unidos se ha tensado aún más tras los recientes comentarios del presidente Donald Trump. A través de su red social Truth Social, Trump lanzó un fuerte mensaje al régimen de Nicolás Maduro, exigiendo que acepte de inmediato la repatriación de prisioneros y personas que han sido recluidas en instituciones mentales, incluso aquellos de los peores manicomios del mundo que, según él, los venezolanos han forzado a ingresar a Estados Unidos. Esta petición es alarmante y plantea un serio desafío a la soberanía venezolana.
Trump sostuvo que miles de personas han resultado gravemente heridas e incluso asesinadas debido a lo que él califica como acciones de "monstruos" en Venezuela. "Sáquenlos de nuestro país ahora mismo o el precio que pagarán será incalculable", añadió en su mensaje. Esta advertencia se produce en un contexto de escalada militar en la región, con un juez estadounidense que ha restringido las acciones de Trump con respecto a los venezolanos bajo protección.
El presidente Trump también anunció un ataque militar contra una supuesta embarcación de narcotráfico en el Caribe, afirmando que tres narcoterroristas a bordo del barco murieron durante la operación. Esta situación ha hecho que Venezuela se encuentre en estado de alerta, movilizando sus fuerzas y preparándose para enfrentar cualquier eventualidad. El líder venezolano, Nicolás Maduro, destacó que el "Imperio norteamericano" está amenazando la soberanía del país sudamericano y aseguró que "estamos más unidos que nunca para garantizar la paz y el derecho a la vida del pueblo de Venezuela."
Bajo esa premisa, Maduro ordenó el inicio de un operativo de protección nacional que incluye el despliegue de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana junto a la ciudadanía. La intención de este operativo es capacitar a los miembros de las milicias en el uso de armas, preparándolos para lo que consideran la inminente amenaza de los Estados Unidos.
En medio de este clima de tensión, y tras el primer ataque a una embarcación en el Caribe, Maduro rechazó las acusaciones de Estados Unidos sobre la participación venezolana en el tráfico de drogas. En un intento por restablecer el diálogo, Maduro propuso a la administración Trump mantener una conversación directa y franca, aunque hasta el momento no ha habido respuesta favorable a esta invitación.