La Vía Sacra en Higüey, un símbolo de fe y cultura, fue vandalizada recientemente, causando una gran indignación en la comunidad. Este acto delictivo, que ocurrió en la madrugada del 11 de agosto, ha generado un fuerte rechazo por parte de la ciudadanía y las autoridades locales.
Los vándalos, utilizando herramientas como martillos y mandarrias, destruyeron varias de las catorce estelas de la obra, inaugurada hace menos de un año por el presidente Luis Abinader. La inversión de 115 millones de pesos en esta importante estructura busca facilitar el turismo religioso en la región, siendo un pilar para la atracción de más de cinco millones de visitantes anuales.
Monseñor Jesús Castro Marte, obispo de la Diócesis de La Altagracia, afirmó que este acto es un ataque incalificable contra la fe y la identidad cultural de la comunidad. La obra representa los Misterios de la Virgen y es vital para las peregrinaciones al santuario de Nuestra Señora de la Altagracia.
Las autoridades han activado un operativo masivo para identificar a los responsables y exigido justicia ante este hecho tan deplorable. El abogado Víctor Manuel Castillo también se pronunció, lamentando que tales actos ocurran en un lugar tan emblemático.
La comunidad de Higüey, acompañada del resto del país, hace un llamado a la justicia y a la restauración de lo que consideran un tesoro de su herencia cultural. Este incidente resalta la necesidad de proteger y valorar los patrimonios que representan su historia y devoción.
A medida que avanzan las investigaciones, la exigencia de que los culpables enfrenten todo el peso de la ley se vuelve más fuerte. La Vía Sacra no es solo una atracción turística, sino un corredor espiritual que merece ser respetado y preservado.